Mucho vuela el viento, pero más el pensamiento

Hoy viernes, mal día para la bici de carretera debido al viento.  No pasa nada, es un placer rodar por los caminos del monte de Barbastro, que en esta época del año está en todo su esplendor.

La Macaón

De excursión con los nenes en bicicleta.  Paramos a merendar.  Una mariposa muy grande llega y revolotea sobre nosotros.  Claudia alarga el brazo derecho y la mariposa se posa en su mano sin ningún temor.  Después de unos segundos vuela pero se posa al lado de nosotros.  Varias veces pusimos un dedo delante  y ella se subía con total confianza. Fueron unos momentos increíbles y únicos en los que un animal tan bello, frágil pero a la vez salvaje compartió con nosotros como si quisiera hablarnos, comunicarse o decirnos algo. La Macaón (Papilio machaon) es el papiliónido más conocido en Europa.  A pesar de su abundancia, se trata de una de las más bellas mariposas de la península ibérica.  Tiene una envergadura de entre 6 y 8 cms. Las alas son de color negro y amarillo crema y en la parte inferior presentan ocelos en rojo.  Poseen dos colas, lo que les da su nombre en inglés (swallowtail, "cola de golondrina"). Las larvas son muy llamativas por su colorido, en verde con rallas negras y puntos naranjas sobre las rallas.

Cuelgo un vídeo sobre la metamorfosis de la macaón.

Jueves Santo

Alto de Morrano

 Barbastro, Adahuesca, Bierge, Morrano, Yaso, Aguas, Labata, Angüés, Peraltilla, Barbastro.  100 kms. 3h 30'. 1.170 m. de desnivel.

Caída sin consecuencias

Angüés

San Román

Sin tregua

Qué mejor forma para que Antonio y Pepe curen sus lesiones y sus agujetas francesas.  Hoy domingo gran entreno, 61 kms. by bike a 30 de media más 10 kms. carretera La Boquera a 4'40".  Vamooos!!

En París

42km por delante. Una vez más. Son las 8:45 y esta vez estoy en los Campos Elíseos. Ya hace un rato que Pepe, Quique y yo hemos entrado en nuestro cajón tras despedirnos de Blanca. Tenemos el Arco de Triunfo a nuestras espaldas y el obelisco de Luxor delante, a lo lejos. 42 km por delante con el objetivo de batir mi marca personal. Objetivo no expresado públicamente, pero que Josemari, Javi, Pedro o Iván, compañeros en la preparación, ya intuían. Todo iba bien hasta el kilómetro 30, donde el objetivo volvió a ser el de siempre, acabar dignamente. Le puedo echar la culpa a la sobrecarga en la fascia lata que decidió despertar en ese momento. También puedo decir que una marathon en París merece que bajemos el ritmo y así poder contemplar a lo lejos el obelisco Vendome....y no mentiría. Lo que está claro es que justo al pasar por la meta en 3:45' decidí que volvería. Al fin y al cabo todo vuelve y desde hace tiempo se que tras cruzar una línea de meta vuelve, irremediablemente, una línea de salida.